martes, 24 de septiembre de 2013

CODIGO DE CONDUCTA


PRINCIPIOS HUMANITARIOS

Existen una multitud de significados atribuidos al término humanitario. En el contexto de la ayuda humanitaria se trata de salvar vidas y aliviar el sufrimiento. Típicamente se relaciona con la respuesta de emergencia (también reconocido como la respuesta humanitaria), en caso de un desastre o antrópico incluyendo una guerra u otro conflicto armado. Principios humanitarios gobiernan a la manera en que se lleva a cabo una respuesta humanitaria.
La Resolución 46/182 de la Asamblea General[] se anota los tres principios de la neutralidad, humanidad e imparcialidad en su anexo como un guía para proveer la asistencia humanitaria. La Resolución fue diseñada a fortalecer la respuesta humanitaria del Sistema Naciones Unidas, y aplica claramente a las Agencias de las Naciones Unidas. Posteriormente se incorpora el principio de la Independencia operacional.
 

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
HUMANIDAD
El principio de humanidad quiere decir que el ser humano debe ser tratado humanamente en toda circunstancia a través de la protección de vidas y aliviando el sufrimiento, al mismo tiempo que se asegura el respeto del individuo. Este es el principio fundamental de la respuesta humanitaria.[]

IMPARCIALIDAD
La provisión de la asistencia humanitaria debe ser imparcial y no basada en la nacionalidad, la raza, la religión o el punto de vista político. Debe basarse en la necesidad exclusivamente.
Para la mayor parte de  las ONG humanitarias, el principio de imparcialidad no es ambiguo incluso aunque sea difícil de aplicar en ocasiones, especialmente en situaciones rápidamente cambiantes. No obstante, ya no es evidente qué organizaciones pueden considerarse humanitarias. Por ejemplo, empresas como PADCO, subcontratista de USAID, en algunos casos se ven como ONG humanitaria. Pero para las agencias de Naciones Unidas, particularmente en casos donde la ONU está involucrada en operaciones de paz en virtud del mandato de una resolución del Consejo de Seguridad, no queda claro si la ONU actúa de una manera imparcial cuando una de las partes actúa violando la Carta de las Naciones Unidas.[]

NEUTRALIDAD

El CICR sigue, además de los principios centrales, el principio de la neutralidad. Para la Cruz Roja, la neutralidad significa no tomar lados en las hostilidades o involucrarse en ningún momento en controversias de una naturaleza política, racial, religiosa o ideológica.

El principio de la neutralidad fue específicamente anotada en el Movimiento de la Cruz Roja no solamente para prevenirlo de tomar lados en un conflicto, si no para evitar "involucrarse en cualquier momento en controversias de una naturaleza política, racial, religiosa o ideológica." El principio de la Neutralidad fue dejada por fuera del Código de la Cruz Roja/ONG dado que unos actores humanitarios, mientras que se comprometen con entregar asistencia imparcial, no estaban preparados a dejar de hacer cabildeo sobre temas de justicia relacionadas a cuestiones políticas y ideológicas.

La neutralidad también puede ser aplicada a las acciones humanitarias de un Estado. "La neutralidad se mantiene estrechamente ligada a la definición cual introdujo el concepto en el derecho internacional de designar el estatus de un Estado cual decidió mantenerse apartado de un conflicto armado. Por ende, sus aplicaciones debajo del derecho positivo siguen dependiendo en los criterios de abstención e imparcialidad cuales han caracterizado la neutralidad desde un inicio."[]

La aplicación de la palabra neutralidad a la ayuda humanitaria distribuida por las Agencias del SNU o incluso por gobierno puede ser confusa. Resolución 46/182 proclama el principio de la neutralidad, aunque como una organización política inter-gubernamental, la ONU frecuentemente está involucrada en controversias de una naturaleza política. Según esta interpretación, una Agencia ONU o un gobierno puede proveer una ayuda humanitaria neutral tal con tal que lo hace imparcialmente, basándose únicamente en la necesidad.[]

Hoy en día, la palabra neutralidad está ampliamente utilizada entre la comunidad humanitaria, usualmente para significar la provisión de la ayuda humanitaria de una manera imparcial e independiente, basada únicamente en la necesidad. Pocas ONG internacionales han reducido su trabajo a favor de la justicia o en temas de derechos humanos por su compromiso con la neutralidad.

 

CÓDIGO DE CONDUCTA DE LA CRUZ ROJA/ONG

IMPERATIVA HUMANITARIA

El Código de conducta relativo al socorro en casos de desastre para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) introduce al concepto de la imperativa humanitaria cual expande el principio de la humanidad para incluir el derecho de recibir y dar ayuda humanitaria. Anuncia a la obligación de la comunidad internacional "proveer la asistencia humanitaria en dónde se necesite."[]

 

PRINCIPIOS HUMANITARIOS ADICIONALES

Además de los principios centrales, también existen otros principios que gobiernan a la respuesta humanitaria para tipos específicos de actores humanitarios tales como Agencias SNU, miembros del Movimiento de la Cruz Roja y las ONG.

INDEPENDENCIA

Los actores humanitarios deben formular e implementar sus propias políticas independientemente de las políticas o acciones de gobiernos.
Problemas pueden surgir dado que la mayoría de actores humanitarios dependen en diferentes grados de donantes gubernamentales. Por este motivo, para algunas organizaciones es difícil mantener su independencia de los donantes y no se debe confundirlos en el terreno con los gobiernos que pueden ser involucrados en las hostilidades. El CICR ha creado el ejemplo para mantener a su independencia (y neutralidad) solicitando sus fondos de gobiernos a través del uso de llamamientos separados para su sede y sus operaciones en el terreno.[]

PRINCIPIOS CENTRALES
Los principios centrales son las características definitivas, las condiciones necesarias para la respuesta humanitaria. Las organizaciones tales como las fuerzas militares y las corporaciones pueden enviar asistencia a las comunidades afectadas por el desastre para poder salvar vidas y aliviar el sufrimiento, pero no son considerados ser parte del sector humanitario como actores humanitarios dado que su respuesta no está basada en los principios centrales.

PROSELITISMO
La provisión de la ayuda no debe explotar a la vulnerabilidad de las víctimas y ser utilizado para avanzar a credos políticos o religiosos. Todos los actores humanitarios cuando firman el Código de Conducta CR/ONG, se han comprometido a no utilizar a la respuesta humanitaria para avanzar credos políticos o religiosos.

PRINCIPIOS BASADOS EN EXPERIENCIA DE CAMPO EN EMERGENCIAS
Todos estos principios alistados son requisitos importantes para operaciones de campo efectivos. Están basados sobre experiencia amplia de campo por parte de los actores humanitarios. En situaciones de conflicto, su brecha puede afectar drásticamente la capacidad de los actores de responder a las necesidades de las víctimas.

Si una parte en el conflicto cree, por ejemplo, que un actor está favoreciendo al lado contrario, o que es un agente del enemigo, acceso humanitario a las víctimas puede ser bloqueada y las vidas de los trabajadores humanitarios pueden ponerse en peligro. Si una de las partes percibe que un actor está tratando de avanzar un credo religioso diferente, puede causar una reacción hostil por razón de sus actividades.
 

 

PRINCIPIOS ADICIONALES
El Código de Conducta CR/ONG también tiene una lista de varios principios adicionales de aspiración cuales se derivan de la experiencia con ayuda humanitaria.
  • Agencias deben operar respectando culturas y costumbres locales
  • La respuesta humanitaria debe utilizar recursos y capacidades locales en lo posible
  • La respuesta de emergencia debe buscar en reducir vulnerabilidades en el futuro
  • La participación de los beneficiarios debe ser fomentada
  • Las agencias deben responder tanto a donantes como a beneficiarios
  • Actores humanitarios deben utilizar sus actividades de publicidad para representar a las víctimas como seres humanos con dignidad, no sin esperanza.
EL DERECHO A UNA VIDA CON DIGNIDAD
La Carta Humanitaria del Proyecto Esfera utiliza a un lenguaje de derechos humanos para recordar que el derecho a la vida cual está proclamada en la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos se relaciona con la dignidad humana.
 

CÓDIGO DE CONDUCTA RELATIVO AL SOCORRO

EN CASOS DE DESASTRE

Código de conducta relativo al socorro en casos de desastre para el

Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las

Organizaciones No Gubernamentales (ONG)

XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, 1995

PROPÓSITO

El propósito del presente Código de Conducta es preservar nuestras normas de comportamiento. No se tratan en él detalles de las operaciones, como por ejemplo la forma de calcular las raciones alimentarias o de establecer un campamento de refugiados. Su propósito es más bien mantener los elevados niveles de independencia, eficacia y resultados que procuran alcanzar las organizaciones no gubernamentales (ONG) y el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en sus intervenciones a raíz de catástrofes. Se trata de un código de carácter voluntario que respetarán todas las organizaciones no gubernamentales que lo suscriban, movidas por el deseo de mantener las normas en él establecidas.

El código propiamente dicho figura en la primera sección. En los anexos siguientes se describe el entorno de trabajo que cabe desear propicien los Gobiernos, tanto de los países beneficiarios como de los países donantes, y las organizaciones intergubernamentales a fin de facilitar la eficaz prestación de asistencia humanitaria.


DEFINICIONES

ONG: las siglas ONG (organizaciones no gubernamentales) se refieren aquí a todas las organizaciones, tanto nacionales corno internacionales, constituidas separadamente del gobierno del país en el que han sido fundadas.

ONGH: las siglas ONGH se han acuñado, a los fines del presente documento, para designar a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario que engloban a los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja –esto es, el Comité Internacional de la Cruz Roja, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y sus Sociedades Nacionales miembros- junto con las organizaciones no gubernamentales conforme se las define anteriormente. Este Código se refiere en particular a las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario que se ocupan de la prestación de asistencia motivada por catástrofes.

OIG: las siglas OIG (organizaciones intergubernamentales) designan a las organizaciones constituidas por dos o más gobiernos. Engloban pues, todas las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y las organizaciones zonales.

DESASTRES: los desastres se definen como acontecimientos extremos y aciagos que se cobran vidas humanas y provocan tanto gran sufrimiento y angustia como vasto perjuicio material.


CÓDIGO DE CONDUCTA: normas de conducta para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y las organizaciones no gubernamentales en programas motivados por catástrofes.

 
1.    LO PRIMERO ES EL DEBER HUMANITARIO

El derecho a recibir y a brindar asistencia humanitaria constituye un principio humanitario fundamental que asiste a todo ciudadano en todo país. En calidad de miembros de la comunidad internacional reconocemos nuestra obligación de prestar asistencia humanitaria doquiera sea necesaria. De ahí, la trascendental importancia del libre acceso a las poblaciones afectadas en el cumplimiento de esa responsabilidad.


2. LA AYUDA PRESTADA NO ESTÁ CONDICIONADA POR LA RAZA, EL CREDO O LA NACIONALIDAD DE LOS BENEFICIARIOS NI NINGUNA OTRA DISTINCIÓN DE ÍNDOLE ADVERSA. EL ORDEN DE PRIORIDAD DE LA ASISTENCIA SE ESTABLECE

ÚNICAMENTE EN FUNCIÓN DE LAS NECESIDADES.

Siempre que sea posible, la prestación de socorro deberá fundamentarse en una estimación minuciosa de las necesidades de las víctimas de las catástrofes y de la capacidad de hacer frente a esas necesidades con los medios disponibles localmente. En la totalidad de nuestros programas reflejaremos las consideraciones pertinentes respecto a la proporcionalidad. El sufrimiento humano debe aliviarse en donde quiera que exista; la vida tiene tanto valor en una parte del país, como en cualquier otra. Por consiguiente, la asistencia que prestemos guardará consonancia con el sufrimiento que se propone mitigar.


3.    LA AYUDA NO SE UTILIZARÁ PARA FAVORECER UNA DETERMINADA OPINIÓN POLÍTICA O RELIGIOSA

La ayuda humanitaria se brindará de acuerdo con las necesidades de los individuos, las familias y las comunidades. Independientemente del derecho de filiación política o religiosa que asiste a toda organización no gubernamental de carácter humanitario, afirmamos que la ayuda que prestemos no obliga en modo alguno a los beneficiarios a suscribir esos puntos de vista.

No supeditaremos la promesa, la prestación o la distribución de ayuda al hecho de abrazar o aceptar una determinada doctrina política o religiosa.


4.   NOS EMPEÑAREMOS EN NO ACTUAR COMO INSTRUMENTOS DE POLÍTICA EXTERIOR GUBERNAMENTAL

Las organizaciones no gubernamentales de carácter humanitario son organizaciones que actúan con independencia de los gobiernos. Así, formulamos nuestras propias políticas y estrategias para la ejecución de actividades y no tratamos de poner en práctica la política de ningún gobierno, que sólo aceptamos en la medida en que coincida con nuestra propia política independiente.

Ni nosotros ni nuestros empleados aceptaremos nunca, a sabiendas -o por negligencia- ser utilizados para recoger información de carácter político, militar o económico que interese particularmente a los gobiernos o a otros órganos y que pueda servir para fines distintos de los estrictamente humanitarios ni actuaremos como instrumentos de la política exterior de gobiernos donantes.

5.    RESPETAREMOS LA CULTURA Y LAS COSTUMBRES LOCALES 

Nos empeñaremos en respetar la cultura, las estructuras y las costumbres de las comunidades y los países en donde ejecutemos actividades.

6. TRATAREMOS DE FOMENTAR LA CAPACIDAD PARA HACER FRENTE A

CATÁSTROFES UTILIZANDO LAS APTITUDES Y LOS MEDIOS DISPONIBLES A NIVEL LOCAL

Incluso en una situación de desastre, todas las personas y las comunidades poseen aptitudes no obstante su vulnerabilidad. Siempre que sea posible, trataremos de fortalecer esos medios y aptitudes empleando a personal local, comprando materiales sobre el terreno y negociando con empresas nacionales. Siempre que sea posible, propiciaremos la asociación con organizaciones no gubernamentales locales de carácter humanitario en la planificación y la ejecución de actividades y, siempre que proceda, cooperaremos con las estructuras gubernamentales.


6.    SE BUSCARÁ LA FORMA DE HACER PARTICIPAR A LOS BENEFICIARIOS DE PROGRAMAS EN LA ADMINISTRACIÓN DE LA AYUDA DE SOCORRO

Nunca debe imponerse a los beneficiarios la asistencia motivada por un desastre. El socorro será más eficaz y la rehabilitación duradera podrá lograrse en mejores condiciones cuando los destinatarios participen plenamente en la elaboración, la gestión y la ejecución del programa de asistencia. Nos esforzaremos para obtener la plena participación de la comunidad en nuestros programas de socorro y de rehabilitación.


8. LA AYUDA DE SOCORRO TENDRÁ POR FINALIDAD SATISFACER LAS

NECESIDADES BÁSICAS Y, ADEMÁS, TRATAR DE REDUCIR EN EL FUTURO LA VULNERABILIDAD ANTE LOS DESASTRES


TODAS LAS OPERACIONES DE SOCORRO INFLUYEN EN EL DESARROLLO a largo plazo, ya sea en sentido positivo o negativo. Teniendo esto presente, trataremos de llevar a cabo programas de socorro que reduzcan de modo concreto la vulnerabilidad de los beneficiarios ante futuros desastres y contribuyan a crear modos de vida sostenibles. Prestaremos particular atención a los problemas ambientales en la elaboración y la gestión de programas de socorro. Nos empeñaremos, asimismo, en reducir a un mínimo las repercusiones perjudiciales de la asistencia humanitaria, evitando suscitar la dependencia a largo plazo de los beneficiarios en la ayuda externa.


9. SOMOS RESPONSABLES ANTE AQUELLOS A QUIENES TRATAMOS DE AYUDAR Y ANTE LAS PERSONAS O LAS INSTITUCIONES DE LAS QUE ACEPTAMOS RECURSOS

A menudo funcionamos como vínculo institucional entre quienes desean prestar asistencia y quienes la necesitan durante los desastres. Por consiguiente, somos responsables ante los unos y los otros.

En nuestras relaciones con los donantes y con los beneficiarios hemos de observar siempre una actitud orientada hacia la apertura y la transparencia. Reconocernos la necesidad de informar acerca de nuestras actividades, tanto desde el punto de vista financiero como en lo que se refiere a la eficacia. Reconocemos la obligación de velar por la adecuada supervisión de la distribución de la asistencia y la realización de evaluaciones regulares sobre las consecuencias asociadas al socorro.

 

10. EN NUESTRAS ACTIVIDADES DE INFORMACIÓN, PUBLICIDAD Y

PROPAGANDA, RECONOCEREMOS A LAS VÍCTIMAS DE DESASTRES COMO SERES HUMANOS DIGNOS Y NO COMO OBJETOS QUE INSPIRAN COMPASIÓN

Nunca debe perderse el respeto por las víctimas de los desastres, que deben ser consideradas como asociados en pie de igualdad. Al informar al público, deberemos presentar una imagen objetiva de la situación de desastre y poner de relieve las aptitudes y aspiraciones de las víctimas y no sencillamente su vulnerabilidad y sus temores.

Si bien cooperaremos con los medios de información para suscitar un mayor respaldo público, en modo alguno permitiremos que las exigencias internas o externas de publicidad se antepongan al principio de lograr una máxima afluencia de la asistencia humanitaria.

Evitaremos competir con otras organizaciones de socorro para captar la atención de los medios informativos en situaciones en las que ello pueda ir en detrimento del servicio prestado a los beneficiarios o perjudique su seguridad y la de nuestro personal.



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