domingo, 13 de octubre de 2013

CRISIS : DESDE EL PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO


CRISIS

Todos estos escollos de la ruta que nos obligan a detenernos, que nos impulsan a estudiar el modo de superarlos, desde el punto de vista psicológico constituyen situaciones críticas. En psicología, cada una de las circunstancias que irrumpen en nuestro transcurrir vital, psicológico y existencial, cerrando situaciones y abriendo un abanico de posibilidades de experiencia y acción de las que puede resultar un mayor grado de experiencia, madurez, seguridad interna y en ocasiones conciencia, según el enfoque que se les dé, aproximación y solución, se llama crisis.

QUÉ ES UNA CRISIS?
La teoría de las crisis enfoca al ser humano desde un punto de vista dinámico, en interacción consigo mismo, con sus semejantes, con las cosas y con el mundo en general, de modo que permanentemente entra en situaciones de conflicto que debe superar. No es una aproximación al ser humano desde la psicopatología, sino que esta puede sobrevenir como fracaso en la resolución de las crisis. La teoría de las crisis supone entender al hombre con un criterio activo, de movimiento, cambio y transformación.
Una crisis es un punto crucial a lo largo del desarrollo evolutivo humano, como ser vivo, emocional, racional y social; y que obliga a la persona a una readaptación intrapsíquica y psicosocial como consecuencia de las alteraciones producidas y de los factores introducidos por la misma crisis.

LA CRISIS SIEMPRE SEÑALA DOS DIRECCIONES: hacia el futuro o hacia el pasado. Se sitúa como una puerta abierta hacia el cambio, entre la estabilidad de lo conocido y la situación nueva, y plantea básicamente dos movimientos: estabilidad y desestabilidad, seguridad e inseguridad.

LAS CRISIS SON INEVITABLES. Las propias características del proceso de desarrollo y maduración humanos nos impelen forzosamente a momentos o períodos críticos.

No se puede precisar la duración de una crisis, que dependerá de la magnitud de la misma y a qué esfera de la persona o de la personalidad afecte y la intensidad de la afección. Así, un período crítico puede oscilar entre algunos minutos o algunos años de nuestra existencia.Desde el punto de vista evolutivo, las crisis operan simbólicamente a la manera de escalones que unen el continuo vital, de forma que cada situación condiciona la siguiente. La no resolución de las alternativas y alteraciones producidas por un período crítico influyen en la permanencia del mismo, en la dificultad en el abordaje de los siguientes y, por supuesto, en la fragilidad de la personalidad global.

Existirían grandes y pequeñas crisis. Las primeras suponen un replanteamiento de la orientación interna o externa del sujeto, mientras que las segundas son pequeñas alteraciones en una faceta, un rasgo, una actitud o una circunstancia de la persona. Toda situación crítica exige una gran cantidad de energía, por lo que la disponibilidad energética de la persona para otras tareas disminuye, ya que esta se concentra en atender lo urgente.Una crisis puede provocarse por situaciones internas o externas al sujeto. Las situaciones internas pueden deberse a alteraciones biológicas, como las enfermedades, variaciones biológicas, los cambios vitales de crecimiento y desarrollo, etc. Como en el ser humano no podemos hablar de una dicotomía corporal y mental, so pena de escindir a la persona, cada alteración somática tiene una repercusión psicológica, más aún cuando, como las citadas anteriormente, pueden incidir de un modo tan total en la vida futura del individuo. Otro tipo de situaciones internas pueden tener su origen en emociones (el enamoramiento, por ejemplo), pensamientos, ideologías, etc., que produzcan una toma de conciencia y, por tanto, una posibilidad de cambio.

Las situaciones externas generadoras de momentos críticos pueden provenir de alteraciones en el medio social inmediato, ya sea el ambiente familiar (variaciones por ausencia de un familiar, cambio de estado por matrimonio, muertes, etc.), el campo laboral (por alteraciones en las condiciones de trabajo –ascenso, despido, paro–), etc. Nuevamente, quiero resaltar la interdependencia bio-psico-social en el ser humano, y cómo una situación crítica desencadenada en una esfera determinada puede repercutir en las restantes.
 
 
En una crisis-tipo existen una serie de momentos clave que se repiten habitualmente:

    1.º) INCIDENCIA DEL DESENCADENANTE. Aparición del mismo en el campo vital del sujeto. Esta aparición puede ser súbita o previsible, comenzando a alterar las condiciones habituales de la persona.

    2.º) FASE DE SORPRESA O ESTUPOR CARACTERIZADA POR EL DESEQUILIBRIO, que puede ser tanto externo como interno, y posterior incremento de los mecanismos de defensa ante la situación nueva; puede aparecer cierta sintomatología psicológica o psicosomática (angustia, tensión, depresión, insomnio, etc.).

    3.º) INTENTO DE RESOLUCIÓN Y DE ADAPTACIÓN A LA CIRCUNSTANCIA CONFLICTIVA, con las consiguientes evaluaciones del conflicto, alcance del mismo y variaciones posibles. Paralelamente, se da una elaboración emotiva, es decir, “digestión del proceso de cambio”, con objeto de integrarlo en la conciencia.

 En este sentido, el recuerdo, la asociación con otras circunstancias ocurridas anteriormente o conocidas de algún modo, el aprendizaje previo obtenido de esas circunstancias, la ambivalencia entre distintos afectos o distintos pensamientos, los deseos, las emociones de pena, alegría, rabia, etc., y sus ligazones con las ideas y recuerdos correspondientes, la alternancia de unos y otros y, en fin, todos aquellos factores que constituyen la movilidad intrapsíquica son elementos del trabajo interno.

    4.º) ES POSIBLE QUE DURANTE ESTE TRABAJO EXISTA UNA REGRESIÓN DINÁMICA AL PASADO, Y A ESTADIOS YA SUPERADOS, utilizando mecanismos o recursos pertenecientes a otras épocas evolutivas. Este estado puede convertirse en estable en el caso de fracasar en la resolución del conflicto, incrementándose la angustia, reactivándose conflictos similares, apareciendo franca sintomatología y patología psíquica declarada.

    5.º) POR EL CONTRARIO, PUEDE DARSE UNA ACEPTACIÓN DEL CAMBIO, superación de la dificultad, asunción de lo perdido y de lo nuevo y del significado común a ambos, integración de la experiencia en la conciencia, adaptación de los elementos de la personalidad implicados en la situación que plantea la crisis; y, por tanto, aparición de nuevas perspectivas vitales, con el consiguiente aprendizaje, fortalecimiento y maduración de la personalidad. Simbólicamente hablando, se habría salvado un escollo o completado una etapa del camino.

Desde el punto de vista existencial, las crisis nos enfrentan a la imposibilidad de la seguridad, a no ser que esa seguridad sea la del movimiento y, por tanto, la de la incertidumbre. Psicoanalíticamente hablando, las crisis son dolorosas porque nos reflejan la imposibilidad de la totalidad, de la totalidad de la estabilidad y la totalidad de la plenitud. En última instancia, las crisis obligan a retomar una y otra vez el tema de la pérdida, la separación; instalan al individuo en el bamboleante camino medio entre una época y otra, entre uno y otro estado, con sus hábitos, creencias, sensaciones, esperanzas; algunas quedarán atrás, en nuestro pasado, en nuestra historia, otras se abrirán para nosotros en el ahora con la nueva etapa.
Por otra parte, cada crisis porta en su núcleo un mensaje, una enseñanza. Abriéndonos a ella conseguimos utilizar de modo positivo los accidentes que jalonan nuestro transcurso por la vida.
Algunos autores clasifican las crisis humanas en vitales y existenciales; las primeras estarían más relacionadas con el ciclo vital de los individuos, con el desarrollo evolutivo, que podría señalarse mediante una serie de etapas correspondientes a una edad cronológica concreta. Las crisis existenciales pueden acompañar a las crisis vitales, o pueden aparecer en cualquier período de la existencia con motivo de las circunstancias internas o externas señaladas anteriormente
Continuando con la imagen del espiral, cada una de sus vueltas representa una crisis. Cabe señalar que nunca se puede descender, lo cual podría ser entendido como una involución; la única opción, por lo tanto, si no se consigue atravesar uno de estos muros, es quedarse estancado en un nivel, atrapado en un estado evolutivo y negarse al progreso


2) TIPOS DE CRISIS:
Las crisis pueden ser del desarrollo (esperables) o circunstanciales (Accidentales inesperadas o imprevisibles.
CRISIS DEL DESARROLLO:
Las crisis del desarrollo son mas predecibles y sobrevienen cuando una persona va cumpliendo etapas en su vida desde la niñez a la senectud .Presentan una conducta indiferenciada y marcan un trastorno en el área intelectual y afectiva

_Crisis del nacimiento e infancia

_Crisis de la pubertad y adolescencia

_Crisis de la primera juventud

_Crisis de la edad media de la vida

_Crisis de la tercera edad

CRISIS CIRCUNSTANCIALES:
Las crisis circunstanciales son inesperadas, accidentales y dependen sobre todo de factores
AMBIENTALES.
 
Abarcan una alteración psíquica y de la conducta ante perdida o amenaza de perdida de los aportes básicos (físicos, psicosociales y socioculturales que están interrelacionados)

_Separación

_Perdidas

_Muerte

_Enfermedades corporales

-desempleo

-trabajo nuevo

-fracaso económico

-violaciones

-incendios

LA CRISIS CIRCUNSTANCIAL TIENE CINCO CARACTERÍSTICAS:

1) Es repentina: aparece de golpe.
2) Es inesperada: no puede ser anticipada.
3) Es urgente, pues amenazan el bienestar físico o psicológico.
4) Masiva: muchas crisis circunstanciales afectan a muchas personas al mismo tiempo (por ejemplo desastres naturales).
5) Peligro y oportunidad: la crisis puede desembocar en un mejoramiento o empeoramiento de la situación de la persona.


LAS CRISIS SOCIALES : que trascienden a una persona, están dadas por un proceso de cambios que amenaza una estructura. Dichos cambios generan incertidumbre, ya que no pueden determinarse sus consecuencias. Cuando los cambios son profundos y derivan en algo nuevo, se habla de revolucion.

POLOS DE LAS CRISIS:
Plantea que las crisis son inherentes al desarrollo y se manifiestan en dos polos: positivo y negativo. La resolución de la crisis del lado positivo significará salud y corresponde al proceso de duelo; mientras que si se da del lado negativo significará enfermedad y corresponde al trauma.
ETAPAS Y REACCIONES FRENTE A LA CRISIS:

-Las crisis ocurren en una serie de etapas:

1) Se eleva la tensión al comienzo por el impacto del suceso externo.
2) La tensión aumenta más porque no se puede enfrentar la nueva situación con la norma habitual de conducta.
3) Al incrementarse la tensión, se movilizan otros recursos que pueden desembocar en varios resultados: reducción de la amenaza externa, éxito en el enfrentamiento con la situación, redefinición del problema, etc.
4) Si nada de lo anterior ocurre, la tensión aumenta hasta provocar una grave desorganización emocional.
-Las reacciones frente a una crisis pueden ser al comienzo dos: llanto o negación de la crisis.
El llanto puede conducir a la negación o a la intrusión. Esta última significa sentirse invadido por sentimientos de dolor, imágenes del impacto, pesadillas, etc.
 
 
La intrusión lleva a la penetración, proceso donde se expresan, identifican y divulgan pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia de crisis. Implica definir problemas, tomar decisiones o aprender soluciones nuevas, movilizar recursos personales o externos, reducir efectos desagradables, etc. La penetración lleva la etapa final, que es la consumación, o integración de la situación de crisis dentro de la vida del individuo. La crisis puede dar como resultado un mejoramiento o un empeoramiento del sujeto.


INTERVENCIÓN EN CRISIS
La persona que está en un período crítico suele presentar “fases de emergencia”, sobre todo en las crisis provocadas por grandes cambios imprevistos. En este sentido, la presencia del otro que escucha, que respeta, que acoge y que puede reflejar desde fuera las emociones, dudas, confusiones, ambivalencias, etc., del sujeto que las padece, de un modo comprensivo, constituye una ayuda inestimable. La persona que entra en crisis tiene necesidad de hablar, de desahogarse, de compartir, de sentir solidaridad, y en ocasiones, si se sitúa regresivamente, de sentir cuidados y atención por parte del otro. Así, la amistad en primera instancia, los dispositivos sociales (asistente social, sacerdotes, ciertas instituciones) después, entran dentro del terreno de la ayuda. Si la crisis se prolonga, si la angustia es demasiado elevada o si desemboca en patología, la ayuda profesional en forma de terapia breve, u otra terapia más profunda si es preciso, deben ser tenidas en cuenta. Desde un punto de vista psicológico, las crisis son tan comunes como necesarias para el desarrollo de una persona, y no siempre se trata de cuestiones negativas o tan evidentes como las expuestas en los párrafos anteriores. Cualquier obstáculo que se nos presente en la vida, por pequeño e insignificante que parezca a simple vista, representa un desafío que, de ser resuelto y superado, nos llevará a una nueva etapa en el espiral de nuestro crecimiento.
Continuando con la imagen del espiral, cada una de sus vueltas representa una crisis. Cabe señalar que nunca se puede descender, lo cual podría ser entendido como una involución; la única opción, por lo tanto, si no se consigue atravesar uno de estos muros, es quedarse estancado en un nivel, atrapado en un estado evolutivo y negarse al progreso.

ENLACE CRISIS PSICOLOGICO : http://www.youtube.com/watch?v=TPtYIf0zLi4
 
 

1 comentario:

  1. Conocer sobre las situaciones de crisis que se presentan a consecuencia de hechos evolutivos o circunstanciales resulta importante, ya que nos permitirá realizar una efectiva intervención, teniendo en cuenta los recursos de la población, sus mecanismos de afrontamiento, sus redes de apoyo social, etc, entendiendo que cada persona es diferente por lo que presenta necesidades particulares.

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